El rector principal del CNE, Jorge Rodríguez, informó que el Directorio está en la búsqueda de opciones para proceder a la automatización de los escrutinios, tal como lo establecen la norma y la Ley, y aseguró que no están comprometidos con absolutamente ninguna empresa. “Vamos a optar por las soluciones que se encuentren”.

En este sentido, informó que además de las conversaciones sostenidas con la empresa norteamericana Election System & Software (ES&S), también están contactando al organismo electoral de Brasil, que cuenta con procesos de automatización del voto en todas sus fases – postulación, voto, escrutinio y totalización -, y con la autoridad electoral de Toronto, que utiliza el mismo modelo de máquina que en Venezuela y que, además, ellos mismos dirigen todo su proceso electoral, “que es a donde nosotros queremos llegar”, acotó Rodríguez.

El alto funcionario consideró pertinente conversar con los medios de comunicación social acerca de algunas informaciones que se han generado en torno a los pasos que ha dado el Directorio con respecto al proceso de automatización. “Como se sabe, en las normas que se establecieron para regular los referendos revocatorios, en la Ley Orgánica del Sufragio y Participación Política y en la Ley Orgánica del Poder Electoral, queda establecido que los procesos electorales deben ser automatizados. Hasta ahora, Venezuela sólo ha automatizado el proceso de escrutinio”.

Aclaró que las llamadas máquinas de votación no son tales, sino más bien escrutadoras adquiridas a finales de la década pasada. “Nos ha preocupado, desde el primer momento, percatarnos de que hay mucha dependencia con empresas que han fungido como integradoras, actuando en nombre del Consejo Nacional Electoral en sus funciones”.

CNE integrador

Consideró que el CNE debe empezar, “y está suficientemente capacitado para ello”, a establecer los procesos de integración de los eventos electorales, razón de su viaje del pasado fin de semana en el cual se reunió con la empresa ES&S, fabricante de las máquinas escrutadoras que fueron adquiridas por el país sin el software para ejecutar los procesos de votación. “Las negociaciones que estamos adelantando con la empresa consisten en que el CNE pueda tener el control del software”.

Explicó que, igualmente, se trató lo relacionado con el mantenimiento de las máquinas, ante lo cual se les señaló que Indra tenía un contrato de mantenimiento con el CNE, especialmente, para las baterías y las condiciones físicas de estos equipos. “Pues resulta, que este contrato, tal y como lo señaló el presidente Carrasquero, presenta anomalías preocupantes como su publicación en Gaceta Electoral sin que nunca se hubiese firmado”, lo que a su juicio, prefigura una situación irregular que debe ser investigada, “porque no entendemos cómo una Resolución que no está firmada por el Directorio es publicada”.

Asimismo, Rodríguez reveló que el día 19 de julio del presente año el ex director de Informática ofició a ES&S solicitándole, entre otras refacciones y equipos, 7 mil 350 baterías – el mismo número de máquinas – “lo que nos hace suponer que todas las baterías están dañadas. Eso quiere decir, que en el más corto tiempo posible debemos ubicarnos en la realidad tecnológica de las máquinas. Si están útiles y si están funcionando”.

Esta petición, según denunció el rector, iba a costar 2 millones de dólares en repuestos al Consejo, por lo que garantizó se revisará con lupa el contrato con el consorcio español.

Dijo que se detectó que las máquinas no han recibido mantenimiento desde diciembre de 2000, y manifestó su preocupación porque el chequeo de los lectores ópticos y los cabezales, que se hace cada vez que hay un proceso comicial, no se ha hecho a pesar de los eventos que se avecinan. Mencionó también que en fecha reciente una empresa solicitó al CNE el alquiler de las máquinas para una elección en Filipinas, “y por alguna razón, que no sabemos aún cuál es, el organismo ni siquiera contestó para ponerlas a tono y alquilarlas”.

Datos importantes

Sobre otras materias, Rodríguez informó que las planillas para la recolección de firmas tendrán sellos de agua y códigos de barra como medidas de seguridad cuya aplicación podría ser contratada con la Casa de la Moneda, y que en diez (10) días podría imprimirse la totalidad requerida, aunque no reveló la cantidad que se utilizará.

Anunció también que el Directorio considerará la posibilidad de solicitar la activación del Plan República para custodiar los eventos de recolección de firmas, de los cuales adelantó podrían fijarse en fechas distintas los del oficialismo y de la oposición, materia que sería considerada en la sesión de ayer en la tarde, así como la metodología para la selección y entrenamiento de unos 15 mil observadores de recolección de firmas.

Finalmente, explicó que aunque se hicieran algunos ajustes a los lapsos preparatorios para los referendos revocatorios presolicitados, los mismos deben ser menores, por cuanto considera que en su mayoría pueden cumplirse como está establecido en la normativa.