Un día como hoy fue designada la directiva del Consejo Nacional Electoral, mediante sentencia de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia, órgano que, por primera vez en su historia, designó a funcionarios ajenos a la actividad judicial, pues en esta oportunidad le correspondió la difícil tarea de elegir a las autoridades que conforman el actual directorio del CNE, ante la omisión legislativa.

 A esta directiva se le encomendó el deber de “no equivocarse”, dado que las circunstancias políticas del país ameritaban de unos profesionales venezolanos comprometidos con la nación que ofrecieran a los ciudadanos las garantías democráticas necesarias para solventar la crisis política.

Es así como la noche del  25 de agosto de 2003, el magistrado Iván Rincón Urdaneta leyó la sentencia que designó como principales a Francisco Carrasquero López, presidente; con sus respectivos primero y segundo suplentes, Tibisay Lucena y Manuel Rachadell; Ezequiel Zamora, vicepresidente, con los suplentes Miriam Kornblith y Carolina Jaimes.

Como rectores principales a Oscar Battaglini, con los suplentes Germán Yépez y Orietta Capone; Jorge Rodríguez, con los suplentes Estefanía de Talavera y Esther Gauthier, y Sobella Mejías, con los suplentes Carlos Aguilar y Carlos Castillo. Igualmente, se eligió al Secretario General y al Consultor Jurídico del Consejo, William Pacheco y Andrés Brito, respectivamente.

El CNE: órgano rector del Poder Electoral

Al asumir las riendas del Poder Electoral, comenzó el arduo trabajo de los rectores del CNE, quienes comenzaron a normar y regular los procesos referendarios revocatorios de mandatos de cargos de elección popular, para garantizarle a los venezolanos el derecho a participar y elegir en igualdad de condiciones, a través de un órgano electoral imparcial, transparente y confiable.

La sociedad aceptó las disposiciones y el CNE organizó la recolección de firmas que solicitaban la revocatoria del presidente de la República y de diputados de la Asamblea Nacional. Luego de semanas de consulta el CNE se pronunció y convocó a referendo revocatorio de diputados y del presidente de la República.

En medio de la ardua labor que significaba el RR, el directorio del CNE dio un giro al concepto que se tenía de las elecciones en Venezuela, empezando por la automatización total del voto y la depuración del Registro Electoral. Los objetivos planteados se lograron, organizar un evento electoral inédito en tan sólo dos meses y contar con un RE confiable que se incrementó significativamente en 14.037.900 electores.

El desempeño del CNE se vio constantemente acompañado por la observación internacional, de manera plural y técnica, ya que contó con la participación, en cada evento, de organizaciones de veeduría externa, representantes de poderes y tribunales electorales, periodistas y personalidades de alto reconocimiento, que presenciaron la organización y desarrollo del evento electoral calificado como inédito en la historia democrática del mundo.