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25 de noviembre de 2013
Palabras de la Presidenta del CNE durante la imposición de botones por años de servicio en el marco del décimo tercer aniversario del Poder Electoral
"Siéntanse orgullosas y orgullosos de lo que hacemos, estamos construyendo historia para el país y el mundo"

Buenos días, quiero saludar a cada funcionaria y a cada funcionario del Poder Electoral en un momento en el que su labor por el país y la institución cobra especial relevancia.

Este año a diferencia de otros, quiero hacer un pequeño recuento de nuestra historia. El esquema de otros años es que un día como hoy, les digo cuanto hemos mejorado en las políticas en materia de talento humano, las coberturas en la atención médica, los beneficios expandidos, esta es una institución que se ha caracterizado por apreciar a sus trabajadoras y trabajadores y ustedes saben que el compromiso de la institución es y seguirá siendo con su valor más preciado: ustedes! Eso no va a cambiar. En la medida que podamos, siempre tomamos decisones para que nuestros hombres y mujeres esten cada día mejor. Incluyendo los bonos tan esperados para este día.

Hoy quiero hablarles de nuestra historia porque cuando veamos la institución quiero que nos veamos a nosotros mismos. Resplandecientes de orgullo por lo que hemos alcanzado!

La impronta que el Poder Electoral tiene hoy en Venezuela nos ha incluido en uno de sus capítulos históricos de una manera estelar. Y es justo que así fuera, porque a través del trabajo de todos y todas hemos podido convertir al órgano electoral venezolano en una referencia de seriedad institucional y con ello en una verdadera herramienta de la democracia. Hemos impulsado una transformación que sacó a la institución de la fragilidad y el desgano, cuyo marasmo fue el escenario perfecto para aquellos que secuestraron su funcionamiento y la voluntad electoral de las venezolanas y los venezolanos. Hoy, podemos decir que juntos hemos podido dignificar a la institución electoral de nuestro país.

Con firmeza, con inteligencia, con paciencia, pero especialmente con una constancia a prueba de fuego, hemos dado un salto cuántico, que en pocos años ha podido ofrecer al país los recursos necesarios para avanzar en una de las etapas más intensas de su vida política.

La modernización, ustedes lo saben, no ha sido un proceso inocuo, sin costos o simplemente un proceso técnico. La mayoría de quienes estamos aquí sabemos que el cambio de paradigma que se produjo en el CNE, no fue un asunto meramente tecnológico. El cambio ha sido fundamentalmente filosófico, un cambio ético, que sigue avanzando y transformando, porque su naturaleza es radicalmente opuesta a un pasado que aún, cuando se resiste, sabe que no tiene oportunidad alguna ante una fuerza tan poderosa como la verdad y el trabajo de tantos, como los que orgullosamente estamos hoy en esta sala.

Vale la pena recordar como nuestra institución era vista por el país como un reducto de cuotas, en donde las cualidades profesionales y la excelencia laboral no tenían cabida en esa realidad. La prominente partidización hizo que la institución sucumbiera en una debilidad peligrosa que llevó consigo el descredito y la consecuente lesión a la legitimidad del voto. Era la filosofía del acta mata votos, la filosofía de la trampa, quien terminó por generar los niveles más altos de abstención registrados en el país.

Nuestra institución viene de ser un triste personaje secundario en la escena más bochornosa de la democracia venezolana. Fue aquel personaje de los cementerios de actas y materiales electorales, de los centros de votación fantasmas, de la exclusión de las mayorías, es decir, el triste tramitador de la trampa, esa trampa que fue el voto manual en Venezuela.

La constitución de 1999 contiene la definición conceptual de lo que somos. Y más allá de las competencias que nos asigna, y el lugar que ocupamos dentro del Poder Público Nacional, su mandato orienta nuestra acción con un objetivo principal. El objetivo de profundizar y fortalecer la democracia participativa y protagónica. El Poder Electoral nació para cumplir la función de asistir al torrente democratizador del país. Y lo hemos hecho con el mayor nivel de exigencia institucional solo porque nuestros funcionarios y funcionarias han tenido la conciencia y la capacidad de hacerlo posible. La contundencia de este modelo electoral está presente en todo el país. Hace vida en organizaciones políticas, vecinales, sindicales y se fortalece cada día en cada proceso electoral que organizamos con éxito, para la paz y bienestar de nuestro pueblo.

El camino recorrido ha involucrado en primer lugar, un cambio conceptual, un modelo modernizador que considera nuestra cultura y la hace convivir con la tecnología desde una premisa de respeto por la política. Quienes conforman la diversidad de sectores, dirigentes o no, del mundo político en Venezuela, encuentran en el Poder Electoral, su mayor recurso para ofrecer al país propuestas y opciones electorales. Esto ha implicado una disciplina férrea para atender solicitudes, reclamos y sugerencias que hoy forman parte del modelo electoral. Esa relación cotidiana y abierta con actores políticos, administrada en todos los niveles de la institución nos permite mejorar y fortalecernos sin complejos tecnocráticos,  pero también, por vía de la conducta de nuestros funcionarios y funcionarias, sin riesgos partidizantes que nos regresen al pasado.

LOS HITOS HISTÓRICOS DEL CNE

Paso a paso hemos construido una institución sólida, con definiciones claras orientadas por el proyecto constitucional. Elecciones y referendos a todos los niveles, elecciones sindicales y gremiales, Registro del estado Civil de las personas, la fusión del Registro Civil y del Registro Electoral y la participación protagónica de los ciudadanos y las ciudadanas, son los principales componentes de la naturaleza del Poder Electoral, seguimiento del financiamiento de las organizaicones con fines políticos, participación política y ciudadana, y lo más importante, la transformación institucional de un organismo comicial en un verdadero poder público nacional.

Luego de ser aprobada la Constitución en 1999 la primera tarea fue presentar un proyecto de Ley Orgánica del Poder Electoral, una Ley que dio cuerpo al nuevo Poder Público, fue aprobada en 2002. En paralelo ese mismo año se iniciaron los estudios pioneros sobre temas tan fundamentales y que marcaron el sendero que hemos recorridos estos años, como el Registro Civil, el drama de la exclusión en el registro electoral y la distribución de los Centros de Votación.

En 2003, conscientes del inmenso problema que representó el voto manual, se inició la búsqueda e investigación de una plataforma electoral para la automatización del voto

Ese mismo año con gran impulso iniciamos nuestra política de inclusión en el Registro Electoral de los historicamente excluidos, en la creación de un verdadero catastro de Centros de Votación, uno que fuera incluyente y masivo, una estructura de Centros verdaderamente democrática.

En 2004 pudimos organizar el primer evento electoral con un nuevo sistema, que aparte de avanzar en la seguridad del voto, y algo más importante aún que pasó desapercibido pero que sus repercusiones aún hoy día orgullosamente mantenemos: la recuperación de nuestra soberanía, secuestrada por empresas electorales y malas practicas administrativas que permitieron que sólo personal de esas empresas manejaran y mantuvieran el control de los procesos técnicos y únicos habitantes de la sala de totalización.

Ese mismo 2004 pusimos en funcionamiento el primer sistema automatizado de postulaciones de América Latina, poniendo fin a una época nefasta de manipulaciones y burocratismo en esa área. Las organizaciones políticas, aún nos lo agradecen, especialmente en momemtos como estos, cuando tenemos elecciones tan complejas técnicamente. También en 2004 verificamos la necesidad de fortalecer el contingente logístico de apoyo a un nuevo sistema, más robusto y demandante, allí nació la estructura nacional de coordinadores. Y comenzamos nuestra implementación de las captahuellas en 8 estados del país.

En 2006 iniciaron los primeros ejercicios de contacto masivo con la tecnología electoral e así inauguramos el programa de Ferias Electorales conocidas hoy por todo el país y se fortaleció la estrategia “CNE Donde tú Estés”, que ahora es un bastión del trabajo de base en toda Venezuela.

En 2007 transformamos la noción invasiva de observación electoral internacional por la de acompañamiento electoral internacional que ahora está siendo adoptada por diversos organismos electorales en el continente, siguiendo  los principios para la defensa de la soberanía y autodeterminación de los pueblos contenidos en nuestra carta constitucional.

Entre 2007 y 2009 logramos automatizar el 100% de las mesas electorales con un alto nivel de seguridad y autogestión de procesos por parte de nuestras técnicas y técnicos. Ese 2009 pudimos avanzar en un proyecto trascendental para la democracia y la ciudadanía con la aprobación de la Ley de Registro Civil y la puesta en práctica de programas que aun buscan saldar la deuda vergonzosa en materia de identidad que mantenemos con los sectores más pobres de nuestro pueblo.

Los avances del sistema electoral han tenido puntos emblemáticos entre 2010 y este año 2013 con la masificación del sistema de identificación del elector, la actualización de equipos de votación, el rediseño e incorporación de las nuevas aplicaciones de identificación biométrica y las membranas para nuestras nuevas boletas. Hoy contamos con el centro de datos más grande del país, y mantenemos el liderazgo tecnológico en materia electoral del continente. Estamos digitalizando las actas de nacimiento, hemos hecho avances importantes la transferencia de competenicas de cara a la modernización del Registro del Estado Civil de las Personas. Elecciones sindicales, gremiales, cuentan con nuestro respaldo, las organizaciones sociales, consejos comunales, las comunas, asociaciones civiles, acuden al Poder Electoral a pedir apoyo y siempre consiguen a sus hombres y mujeres dispuestos con gran entrega a colaborar con quienes nos solicitan este apoyo. Muchas instituciones del estado hoy día nos solicitan apoyo para resolver temas de carácter técnico, logísitico y organizacional.

Esta es nuestra gesta, son los hitos de una lucha colectiva en donde cada uno y cada una de ustedes han aportado un gran esfuerzo.

Es por esto que la defensa de nuestro modelo es en sí misma la defensa de la democracia, porque el proceso histórico que vivimos no reduce la resistencia al cambio por decreto. La democracia venezolana, esa de nuevo tipo contenida en la constitución de 1999, limita a quienes consideran a la política un fenómeno de élites, y por supuesto, son esas elites acostumbradas al chantaje y el atropello, quienes ven en el Poder Electoral uno de los más grandes obstáculos en su afán de retroceso anti democrático.

De tal manera que el papel que jugamos en esta época del país es trascendental si entendemos que la democracia no es más el escenario de unos pocos, sino la forma de gobernar, elegir y disentir de los muchos venezolanos y venezolanas que ahora si tienen verdadero poder para ejercer sus derechos políticos. Son derechos irrenunciables, por los que nosotros estamos llamados a defenderlos sin tregua y con valentía.

No son pocos los ataques que hemos sufrido, todos y todas, y me incluyo. Porque cuando se acusa al Poder Electoral de fraude, de inequidad, de manipulación y de trampa, en primer lugar se oculta descaradamente todo lo que aquí se ha construido, pero también se irrespeta y se ofende a cada una de las compañeras y compañeros que entregan su esfuerzo diariamente y sin descanso para defender los derechos de las venezolanas y los venezolanos, incluyendo los derechos de quienes arremeten contra nosotros. Ofenden la memoria de quienes han dado su vida en el cumplimiento de sus labores, ofenden a quienes arriesgan su tranquilidad personal y su estabilidad familiar, sin considerar que son ustedes quienes también hacen posible que siga viva la democracia para que los agresores también puedan expresar su desacuerdo.

No se trata de victimas sin nombre. Son nuestras hermanas y hermanos caídos de los que hablamos y a quienes rendimos honor, a Oswaldo Rodríguez en 2004 y a Rafael Fuentes en 2005 quienes fueron asesinados por las mafias del fraude. Encontraron en ellos el obstáculo de la moral y la ética. Pero aquí serán recordados siempre, cada victoria de esta lucha será su gloria. Así como recordaremos a todos los compañeros que perdieron su vida trágicamente o han sido heridos cumpliendo con su deber. A sus familias y su memoria nuestro eterno reconocimiento y gratitud.

Hablamos de nuestros compañeros y compañeras agredidas en sus casas en abril pasado, como fue el caso de la Directora Neira López en Aragua o el Director Luis Chacín en Sucre, a Bladimir Pérez en Táchira, a Denisse en Barinas, a quienes acosaron y amenazaron junto a sus familias. A nuestros funcionarios y funcionarias de las oficinas regionales de Lara, Carabobo, Barinas, Zulia o Táchira quienes debieron resistir incluso agresiones físicas, asedio y secuestro. Y Todas esas compañeras y compañeros que por el simple hecho de pertenecer a esta digna insittución fueron agredidos en las puertas de sus horgares por sus propios vencinos. Es a esas compañeras y compañeros a quienes nos referimos, a sus familias, no son gente sin rostro, son funcionarios y funcionarios valientes a quienes les reconocemos su entrega y fortaleza.

Tengan la seguridad que quienes nos agreden son una minoría prepotente que ante el reconocimiento de la mayoría del pueblo, quedarán aislados en el bochorno, la decrepitud y la arrogancia. Su entrega será reconocida por el país entero y la historia de Venezuela les otorgará a ustedes un lugar de honor por todo lo que proveen a la democracia. Quienes agreden son los que no creen en ella y su ceguera egoísta no les permite notar que nuestra voluntad es firme, que no estamos dispuestos a permitir que destruyan todo lo que tanto esfuerzo nos ha costado, y especialmente, que aquí si hay gente digna que no se doblegará jamás ante el odio y la violencia.  Demostramos con nuestro trabajo que el Poder Electoral y la democracia tiene aquí quien la defienda.

Siéntanse orgullosas y orgullosos de lo que hacemos, estamos construyendo historia para el país y el mundo. Nunca en este continente la democracia ha estado tan viva y llena de vigor creador. Nunca este país había elegido tanto y tantas veces. Nunca la democracia en Venezuela había contado con un contingente de servidores y servidoras como ustedes. Tan solo miren un momento hacia atrás y reconozcan todo lo que han hecho. Recuerden, cuando miremos la institución, nos miramos a nosotros mismos, hemos transformadoal al Consejo Nacional Electoral, y en el camino, nos hemos transformado a nosotros mismos, hemos crecido juntos en ética, dignidad y orgullo

Este año hemos superado infinidad de pruebas y obstáculos, este año hemos reafirmado los valores de esta institución. Por eso me hace tan feliz decirles que su lucha es justa y que deben sentirse satisfechos con nuestra gran tarea. Ustedes mis amigas y amigos, han hecho mucho por Venezuela.

Muchas Gracias.